Existe el mito de que la fruta engorda por su nivel de azúcar. Sin embargo, los estudios apuntan a que el consumo
de fruta ayuda a prevenir la obesidad y la ganancia de peso, debido a su baja densidad calórica.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera el azúcar de la fruta como
un “azúcar naturalmente presente” o “azúcares intrínsecos”. Por lo que su consumo no se ha asociado a efectos negativos.
Un hecho muy habitual en las personas, es que limitan la fruta de postre en la noche por temor
a engordar y eligen otras opciones con peor perfil nutricional, como puede ser un yogur azucarado,
chocolate e incluso helado.
La fruta aporta la misma energía, cantidad de agua, fibra, vitaminas, minerales,
antioxidantes e hidratos de carbono en la mañana, en la noche, antes de comer o como postre.
Es importante que el consumo de frutas sea variado y que incluya de distintos colores,
ya que cada una destaca por una función en particular.
Una alimentación equilibrada es fundamental para estar sanos, y los beneficios de la fruta
que tenemos durante el año son indispensables para el organismo.